sábado, 29 de octubre de 2011

Las muchachas decentes

Teníamos a Gabriel Arias-Salgado, el que fue Ministro de Información en los años cincuenta, que decía que una novela sólo podía publicarse si un marido la podía leer a su mujer en privado y sin sonrojarse. Este mismo personaje le prohibió a José Janés, un gran editor de la postguerra, un libro porque la muchacha por la mañana se levantaba, abría la ventana y decía: «Qué buen día hace». Y se la devolvió diciendo que lo primero que tiene que hacer una muchacha al levantarse es rezar. Es obvio que con estos criterios no resultaba nada fácil ser editor.

Xavier Moret, escritor y periodista, en Un viaje de ida y vuelta. La edición española e iberoamericana (1936-1975), publicado en 2006 por Siruela, en Madrid. Fondo de Cultura Económica en Argentina lo editó un año después: por lo visto, el libro también resultó ser de ida y vuelta.

martes, 25 de octubre de 2011

Bibliotecas cerradas y aulas vacías

Parece que el cierre de la mitad de las bibliotecas del condado de Brent no tiene vuelta de hoja. En Inglaterra una de cada diez bibliotecas públicas está en peligro.

Allí los recortes se han cebado también con la educación pública, especialmente con las universidades, cuyas matrículas son cada vez más altas, y los centros de educación para adultos, que ven cómo el número de estudiantes ha caído en picado.

Resultaría menos alarmante si no fuese un fenómeno con apariencia de pandemia: baste recordar las protestas estudiantiles en Chile contra la subida de las tasas universitarias, a las que se acaban de unir los colombianos.

En el Madrid del que soy oriundo sucede algo similar, aunque con toques esperpénticos (muy madrileños, muy del Callejón del Gato): amparándose en la crisis y en la necesidad de reducir gastos, la Comunidad de Madrid ha dejado sin empleo a 3000 profesores de la enseñanza pública preuniversitaria. Pero hay trampa: el dinero no se está ahorrando. El monto de esa partida se destina íntegramente a subvencionar la educación privada.

Si creyéramos en las conspiraciones, pensaríamos que lo que ciertos políticos pretenden es que sólo puedan leer o estudiar quienes se lo puedan costear. Es decir, que de nuevo sólo una minoría constituya la clase letrada. Pareciera que ideales como la universalización de la educación y de la cultura pertenecieran a un pasado tan remoto que no debiéramos acordarnos de él.

Muchos olvidan que educación, cultura, economía y sociedad están interconectadas. Nada halagüeño le puede esperar a un país lleno de bibliotecas cerradas y aulas vacías.

jueves, 20 de octubre de 2011

El fin de la violencia

No sabría decir cuántos libros se han escrito sobre ETA, aunque me consta que son muchos. De las novelas me viene a la mente un par de ellas, tan magníficas como diametralmente opuestas: El hombre solo (1993), de Bernardo Atxaga y La carta (1990), de Raúl Guerra Garrido.

Imagino que este momento dará lugar a grandes libros y excelentes relatos. Pero hoy eso es lo de menos. Por muy bibliófilo que sea uno, la vida siempre está por encima de los libros. De igual manera, y por muy devoto que uno sea de sus ideas, la vida prima.

La vida merece ser celebrada siempre, pero más aún en días como éste.

martes, 18 de octubre de 2011

El oráculo de Delfos

Pregunta: Otro de los fenómenos editoriales recientes ha sido la compra de Siglo XXI por Akal. ¿Cree que ése puede convertirse en un modelo, que puede haber más compras o más fusiones entre editoriales independientes?

Respuesta: Bueno, es posible. Todo es posible en este momento.


Entrevista a Jorge Herralde, editor de Anagrama, en julio de 2010. Seis meses después se anunciaría la compra gradual de su editorial, Anagrama, por Feltrinelli, es decir, de una independiente por otra.

viernes, 14 de octubre de 2011

Fahrenheit 451

Espero que a usted no le gusten los cómics ni viva en uno de esos lugares en los que Barnes & Noble y la difunta Borders lograron exterminar a las pequeñas librerías.

Lo digo porque B&N ha anunciado que no venderá una centena de cómics de DC. Los van a retirar de expositores y estanterías. Como en Fahrenheit 451, los libros van a desaparecer, aunque sólo durante cuatro semanas.

El conflicto surgió tras conocerse que la esperada versión electrónica, a todo color, de las novelas gráficas de DC estaría disponible durante los próximos cuatro meses sólo en formato Kindle. Eso excluye a Nook Color, el lector de libros electrónicos de B&N.

Dudo que a DC le interese que B&N deje de vender sus novelas gráficas, y menos aún que sus cómics digitales sólo puedan ser leídos en un dispositivo. DC quiere todo lo contrario: que sus cómics se puedan encontrar en cualquier librería y leer en cualquier aparato, no sólo en el flamante Kindle Fire. Por tanto, cabe pensar que la exclusiva no la ofreció DC, sino que fue forzada por Amazon.

Al parecer, lo de retirar libros se está poniendo de moda. En enero de 2010, el grupo Macmillan quiso que el precio de descargar cualquiera de sus libros electrónicos en un iPad o en un Kindle fuera el mismo. La respuesta de Amazon, aunque infructuosa, fue inmediata: dejó de vender los libros (físicos y electrónicos) de Macmillan.

A mí, que soy víctima del franquismo sociológico, la retirada de un libro me recuerda siempre a su secuestro, es decir, a su censura. Quizá por eso me extrañe que quienes dicen tener como compromiso el poner siempre a disposición de sus clientes el libro que necesiten, lo hagan desaparecer como táctica comercial.

martes, 11 de octubre de 2011

Quevedo, Jobs y el campo editorial

No ha pasado ni una semana de la muerte del alma mater de Apple, y ya se anuncia, a ambas orillas, la publicación de su biografía autorizada. La obra, escrita por Walter Isaacson, aparecerá en menos de dos semanas.

Inicialmente, su salida estaba prevista para 2012. Luego, en una batalla contra el tiempo que recuerda a la del malogrado Jobs contra el cancer, adelantaron la fecha de publicación al 21 de noviembre, y luego, ya fallecido el biografiado, a finales de octubre.

Barnes & Noble y Casa del Libro ofician de voceros. Simon & Schuster la edita en inglés. Bertelsmann, en alemán. Debate (esto es, Bertelsmann), en español y catalán. Mondadori (Bertelsmann de nuevo), en italiano. Eso es lo bueno de tener editoriales en casi todo el mundo: uno se garantiza los derechos en múltiples lenguas de obras como ésta.

Es sabido que muchos periódicos tienen listas ya determinadas necrológicas y los artículos elegíacos que las acompañan, a falta sólo de añadir la fecha de fallecimiento del personaje en cuestión. A la finalidad informativa tradicional se le añade ahora la de cumplir con las exigencias que impone la información en tiempo real. La inmediatez es la esencia del periodismo. Nada que objetar.

La conversación libresca con los difuntos no es cosa nueva. Ya escribía Quevedo aquello de que "con pocos, pero doctos libros" escuchaba con sus ojos a los muertos. Por su parte, las editoriales siempre han tenido algo de casas fúnebres. Lo que me deja perplejo es que a los muertos, con tal de vender libros, los dejemos descansar en paz cada vez menos tiempo.