jueves, 23 de octubre de 2014

Andare a letto

Ante todo estaba la censura o que te pudieran encarcelar por escribir o publicar. Otros efectos eran más cómicos y se referían sobre todo a cortes de censura. Recuerdo una novela italiana en la que en sus primeros capítulos una pareja, que no estaba casada, iba a la cama, andare a letto, (sic) y naturalmente el censor lo tachó. Pero a lo largo de la novela otras parejas, casadas, también se iban a la cama, andare a letto (sic). El burro del censor, a base de tachaduras, consiguió que en esa novela nadie se acostase, ni para dormir. Supongo que el censor consideraba que soñar podía ser peligroso.
Jaime Salinas (1925-2011), cofundador de Alianza Editorial y editor de Alfaguara, en la extensa conversación con Juan Cruz, su sucesor en Alfaguara, publicada bajo el título Jaime Salinas, El oficio de editor.

jueves, 25 de octubre de 2012

Asimov y el futuro de la lectura

No sé si alguien me lo contó o lo leí, que a Isaac Asimov le preguntaron, poco antes de su muerte, si lo ideal para conservar la memoria, lo ideal para disfrutar el contenido cultural que podemos colocar en cualquier soporte, sería una máquina que pudiera avanzar a la velocidad que nosotros deseáramos, que pudiera tener marcha atrás, reversa como dicen en América, que pudiera parar del todo, que se pudiera consultar en cualquier momento, que no ocupara demasiado espacio, y que no necesitara ningún manual de uso. Y, entonces, Asimov empezó a pensar y dijo: "Eso ya existe, es un libro".

Josep Lluís Monreal, presidente de Océano Editorial, en una de las entrevistas que forman ese extraordinario mosaico titulado Conversaciones con editores, publicado por la editorial Siruela en el año 2007.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Pescar con escopeta

Bernhard Schlink es más conocido como escritor que como jurista. Como caras de una misma moneda, derecho y literatura se entrecruzan no sólo en su vida, sino también en su narrativa. Tal sucede en su novela El lector (Der Vorleser), que cosechó gran éxito internacional a mediados de los 90 y fue adaptada al cine hace unos años, en 2008.


En Estados Unidos la obra de Schlink la edita Pantheon Books, sello de Random House. Precisamente en estos días el escritor alemán presenta en Estados Unidos Summer Lies, traducción de su libro de cuentos de 2010 Sommerlügen.

El boletín informativo de Pantheon, fiel a su función publicitaria, incluye un fragmento de uno de los cuentos, en el que una pareja se despide en un pequeño aeropuerto. El adelanto, qué duda cabe, tiene la virtud de dejar al lector la miel en los labios. ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué se separan? ¿Qué pasará luego?

Lo que me llamó la atención en esta ocasión fue que al final de este fragmento de poco más de 200 palabras se incluyera un aviso que advertía de la prohibición de reproducir ese minúsculo adelanto del libro de relatos sin obtener previamente y por escrito permiso del editor.


Obviamente, en un entorno digital, en el que la información y los contenidos se convierten en código binario, en unos y ceros, todo es por defecto copiable y reproducible. Se quiera o no, esto forma parte de la naturaleza de Internet, que fue creada precisamente para facilitar la comunicación y la diseminación de la información, incluida (excepto en dominios cerrados) su copia.

De hecho, la popularización de la red y la consecuente multiplicación exponencial de la información circulante provocaron que lograr la atención del potencial consumidor se convirtiera más que nunca en una necesidad y un reto. En este sentido, la economia de la atención propugna que el objetivo primordial de cualquier agente presente en la red ha de ser que su cmensaje se propague lo máximo posible para así aumentar las posibilidades de que llegue a los particulares y produzca el efecto deseado.

Paradójicamente, lo que pretende Pantheon con su aviso es lo contrario: restringir la potencial diseminación de ese gancho que es el adelanto. Con ello, la editorial se priva de la inestimable ayuda de los internautas y consecuentemente se obliga a redoblar sus esfuerzos por publicitar la aparición del libro por otros cauces y canales.

Cabría por otro lado, y en términos estrictamente legales, preguntarse dónde queda el derecho de cita de los usuarios de Internet (la doctrina del fair use, en el caso estadounidense) si, como puede y suele suceder, uno usa el fragmento del cuento sin que medie afán de lucro. Schlink, como buen jurista que es, seguro que ha leído a Lawrence Lessig cuando se refiere a la absolutización de los derechos de autor, esto es, al intento de eliminar sus límites legales. Me encantaría saber qué opina.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Me gusta(ría elegir qué) leer


Siempre que se piensa en el boom se cita al menos a cuatro escritores: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Julio Cortázar. Hay quienes añaden además a José Donoso y recuerdan a Jorge Luis Borges como antecedente y pionero, como gran escritor cuya literatura transcendía lo nacional. Todos ellos (tal vez con la excepción de Donoso) conjugan una escritura brillante con un favor del público (léase: unas ventas) nada despreciables.

En consecuencia, el sueño de cualquier editor sería tenerlos a todos en su catálogo. Por que, al fin y al cabo, y recordando las palabras de Segismundo, ¿qué es la vida sino una ilusión, una sombra, una ficción?

Pues bien, podría resultar que esto no fuera un sueño. Corre el rumor (y la fuente es muy fiable) de que Santillana, la rama editorial del Grupo Prisa, está en venta y que Random House Mondadori, esto es, la rama editorial del Grupo Bertelsmann, quiere comprarla.

Random House, que se publicita con el lema "me gusta leer", ya publica en todos los países de lengua hispana a Borges. Compró sus derechos hace dos años en la Feria de Frankfurt, por una cifra superior al millón de Euros. Bolaño está en su catálogo en español en Estados Unidos, como lo está García Márquez, de quien también tiene los derechos para España y el Cono Sur. Por su parte, Alfaguara, la editorial literaria de Santillana, tiene en su catálogo las obras completas de Vargas Llosa y gran parte de las de Fuentes y Cortázar.

La compra de Alfaguara significaría la reunión en un solo catálogo editorial de los cuatro nombres del boom, pero no sólo eso. La nueva Random House publicaría a Javier Marías, Jorge Volpi, Javier Cercas, Julia Álvarez, Bernardo Atxaga, Juan Gabriel Vásquez, Rosa Montero, Ángeles Mastretta, Belén Gopegui, Santiago Roncagliolo, Dulce Chacón, Laura Restrepo, Arturo Pérez-Reverte, Mario Benedetti, Marina Mayoral, Fernando Vallejo, Ray Loriga, Edmundo Paz Soldán, Elvira Lindo, Marcela Serrano, Manuel Rivas, Juan Villoro, Andrés Neuman, Rodrigo Rey Rosa, Jordi Soler, Elena Poniatowska, José María Merino, Juan Carlos Onetti, Agustín Fernández Mallo, Álberto Fuguet, Mercedes Abad, Claudia Piñeiro, Mayra Montero, Héctor Abad Faciolince, Santiago Gamboa o Isabel Allende, entre otros muchos. A estos habría que añadirle los escritores en lengua no castellana, pero prefiero no abrumar con tanto nombre.

Tras la compra de Tusquets por Planeta el pasado mes de marzo parece que la crisis en España está conduciendo a la concentración de la concentración, a la concentración al cuadrado. Sin embargo, no se trata sólo de un fenómeno que afecte a España o al sector editorial. Las fusiones y adquisiciones se suceden también en la industria discográfica. ¿Condicionará la Comisión Europea la compra de Santillana a que Random se deshaga de parte su catálogo, como ha sucedido con la compra de EMI por Universal?

Por desgracia, la concentración de medios va más allá de la literatura. Con la puesta en venta del negocio editorial de Prisa cambiará de dueño Taurus, una de las más importantes editoriales en lengua española dedicada al ensayo y al pensamiento, así como la todopoderosa Santillana, el corazón y pulmón del grupo editorial, los libros de texto que utilizan millones de estudiantes en la Península Ibérica y América Latina.

Produce un poco de miedo pensar que lo que leamos desde pequeños, que las novelas y ensayos que leamos más tarde, sea producto de la decisión de cada vez menos personas.

domingo, 27 de mayo de 2012

Un asueto que no es tal

Concidiendo con el comienzo de la temporada estival, y al entrar en la recta final de la escritura de mi tesis doctoral, el blog precisa de un pequeño respiro. No se trata de un adiós, sino de un hasta pronto. ¿Será posible acaso ganar la indulgencia del lector acudiendo al adagio latino, non multa sed multum?

viernes, 27 de abril de 2012

Literatura realista


Un libro que da una tal impresión de la realidad que cuando volvemos a la realidad nos da la impresión de que leemos el libro.

Fragmento del minicuento "Libros", del escritor venezolano Luis Britto García. "Libros" está incluído en una colección de título muy significativo: Me río del mundo (1984). Britto es además un muy activo bloguero.

jueves, 12 de abril de 2012

Títulos que venden

Siguieron en esta vena un rato, pero Varamo se había distraído, y al fin los interrumpió: "Se me ocurre una cosa: el título podría hacerse más atractivo si fuera Cómo embalsamar animales pequeños mutantes". Los editores quedaron con la boca abierta. Estaban pensando: Este es de los nuestros. Ya daban por hecho el libro, y la edición. El mismo Varamo, arrastrado por el entusiasmo que había despertado, no encontraba tan imposible la faena, en la que vio de pronto una sorpresiva solución para sus aprietos financieros.

Fragmento de Varamo (2002), de César Aira. Varamo narra la disparatada relación entre dos billetes falsos y la creación de un poema clave de la poesía panameña: "El canto del niño virgen". Deliciosamente escrito, deja la amarga sensación al lector de que Aira no sabía muy bien cómo terminar el relato. A decir de muchos, esto es frecuente en este profílico autor, cuyo caudal imaginativo no parece conocer límites, pero cuya técnica escritural, basada en la improvisación, en lo que él denomina "la fuga hacia delante", en ocasiones le traiciona.